El Oráculo 12:22 no nació como un proyecto para el mundo, sino como una herramienta personal, creada en un momento de búsqueda profunda.
Mi camino espiritual comenzó alrededor de 1999. Desde pequeña tuve la sensación de que no encajaba del todo con lo que me enseñaban sobre lo que estaba bien o mal. Las reglas sociales y religiosas no me respondían lo suficiente, y eso me llevó a hacerme muchas preguntas sobre el sentido de la vida y sobre mi propósito.
Ese proceso de búsqueda me llevó a explorar distintas filosofías y prácticas espirituales. Con el tiempo comprendí algo fundamental: que el verdadero poder no está afuera, sino en la capacidad de asumir la responsabilidad de nuestras emociones, pensamientos y acciones.
Las enseñanzas de mis padres
Mis padres también me dejaron aprendizajes muy valiosos. Mi papá solía decir: “De lengua me como un taco”. Es una frase popular en México que significa que las palabras por sí solas no valen nada si no van acompañadas de hechos. Ese dicho me marcó porque me enseñó que la coherencia entre lo que decimos y lo que hacemos es lo que realmente cuenta.
De mi mamá aprendí otra gran lección: que el amor no necesita hacerse notar con ruido. Ella lo expresaba con acciones simples, con detalles que demostraban cuidado y ternura. Entre los dos me dieron un mapa claro: vivir con congruencia, coherencia y amor verdadero.
El poder de las palabras y los símbolos
Las palabras siempre han tenido un gran peso en mi vida. Desde hace años escribía frases y las guardaba en pequeñas tarjetas que me servían como recordatorios diarios. Una sola palabra puede abrir una reflexión completa y transformar la manera en que miramos una situación.
Más adelante descubrí también la fuerza de los símbolos. Con el tarot y otros oráculos entendí que una imagen no es solo un dibujo: es un lenguaje universal que se comunica con lo más profundo de la mente y del alma. Los símbolos activan memorias, emociones y verdades internas que a veces olvidamos.
Por eso, el Oráculo 12:22 reúne ambos lenguajes: palabras clave y símbolos. Juntos se convierten en una herramienta poderosa para despertar conciencia y recordar lo que ya está en nuestro interior.
El origen de la palabra “oráculo”
Algo importante: la palabra oráculo no nació con la idea de “adivinar el futuro”. Su origen viene del latín oraculum, que a su vez proviene de orare, “hablar” u “orar”. En la Antigua Grecia, un oráculo era un mensaje de sabiduría entregado a través de una persona o un lugar sagrado.
Es decir, un oráculo siempre fue un medio para escuchar la voz profunda que ya habita en nosotros.
Eso es lo que busca el Oráculo 12:22: no predecir, sino recordar. Cada carta es una llave para conectar con el Ser Verdadero y avanzar hacia la claridad.
La presencia de NabiKon
En el corazón del Oráculo 12:22 vive NabiKon, el personaje central que aparece en cada carta. No es un simple diseño gráfico ni un adorno para acompañar símbolos: NabiKon representa al ser humano en su despertar de conciencia.
Cada trazo, cada color y cada gesto de NabiKon reflejan etapas, movimientos y expansiones del alma en el camino del autoconocimiento. Su figura es intencionalmente sencilla y abstracta, porque no busca mostrar un “cuerpo” en particular, sino ser el arquetipo de todos nosotros: un humano que recuerda quién es, que se transforma y que se abre a nuevas dimensiones de su ser.
NabiKon es testigo, guía y espejo. A través de él, el oráculo muestra que no estamos frente a una enseñanza externa, sino frente a un reflejo de lo que cada uno vive en su propio proceso.
En cada carta, NabiKon une la palabra y el símbolo en un solo mensaje vivo. Es él quien encarna la energía de la enseñanza, transformando el concepto en experiencia visual y emocional.
Su función no es solo acompañar, sino también mostrar el camino recorrido y la expansión que ya está en marcha. El viaje espiritual no es ajeno a la vida humana: se vive aquí y ahora, en nuestra propia existencia.
Por eso, NabiKon no es un personaje lejano o mítico. Es cercano, es humano y, a la vez, es universal. Representa al Ser Verdadero en evolución, caminando con nosotros en cada paso del oráculo y recordándonos que no estamos solos, que la conciencia se expande en cada decisión y en cada experiencia.
Un camino compartido
El Oráculo 12:22 nació como un recurso personal, para sostenerme en los momentos en que la conciencia colectiva se sentía pesada y confusa. Con el tiempo entendí que también podía acompañar a otros, porque todos compartimos la misma necesidad: volver al centro y recordar quiénes somos en esencia.
Hoy, cada carta del Oráculo 12:22 es una invitación a conectar con nuestro Ser Verdadero. Palabras, símbolos y la presencia de NabiKon se unen para abrir puertas de comprensión, claridad y sabiduría.
🌿 Ese es el corazón del Oráculo 12:22: un recordatorio constante de que la sabiduría ya está dentro de nosotros, y que siempre podemos volver a escucharla.
Con amor y gratitud, honro la luz que habita en ti.
Angy Bahl