NabiKon no nació como una idea pensada ni como un proyecto planeado. Llegó a mí en un sueño, como tantas de las revelaciones que he recibido en mis espacios oníricos. En esa experiencia se me revelaron dos palabras separadas: Nabi y Kon. No entendía de inmediato qué significaban, pero sentí con claridad que estaban cargadas de un mensaje profundo.
Después del sueño, comencé a investigar. Descubrí que “Nabi” significa mariposa en coreano, y que “Kon” es el dios del viento y de la lluvia en la cosmovisión incaica. Cuando entendí esto, mi corazón saltó. Ambas fuerzas habían estado muy presentes en mi vida: la mariposa como símbolo de transformación y libertad, y la lluvia junto con el viento como señales de renovación y vitalidad en mis momentos más difíciles. Comprender que las palabras que recibí en el sueño unían precisamente esas dos fuerzas me confirmó que NabiKon no era una coincidencia. Era una energía viva que me acompañaba desde siempre y que, por fin, había encontrado su nombre.
El descubrimiento que expandió su significado
El proceso no se detuvo allí. Con el tiempo, investigando más profundamente, encontré que “Nabi” también tiene un significado sagrado en las lenguas semíticas. En hebreo (נָבִיא, navi) y en árabe (نبي, nabī), Nabi significa profeta o aquel que anuncia. Es el que escucha un mensaje divino y lo comunica, el portavoz de una revelación.
Ese hallazgo me cerró el círculo. Lo que había comenzado como símbolos personales de transformación (la mariposa) y purificación (la lluvia y el viento) se expandió hacia una función espiritual clara: anunciar lo que el alma necesita recordar. NabiKon dejó de ser solo un nombre compuesto y se convirtió en un código completo, una unión entre lo etéreo de la mariposa, lo elemental del viento y la lluvia, y lo sagrado del profeta.
La figura que evolucionó
Mucho antes de recibir el nombre, durante más de veinte años, yo pintaba una figura alta y delgada que siempre regresaba a mis lienzos. En un inicio, esa figura tenía manos. Pero con el tiempo fue cambiando, evolucionando en su forma, hasta que finalmente la diseñé sin manos, en coherencia con la energía de NabiKon.
La ausencia de manos no significa carencia, sino un mensaje profundo: la rendición consciente, la confianza absoluta en el flujo de la vida. NabiKon me mostró que no se trata de sostener ni de controlar, sino de observar, de fluir, de convertirse en canal.
Esa figura sin manos representa al ser humano que ha despertado en consciencia, que ya no vive desde el hacer desmedido, sino desde la presencia, la escucha y la acción consciente en el momento adecuado.
El propósito de NabiKon
Con el tiempo, NabiKon se convirtió en mucho más que un símbolo o un hallazgo personal. Hoy es un propósito que tomó forma a través del Oráculo 12:22, de mis obras artísticas y de las herramientas espirituales que comparto en esta tienda.
Nada de lo que encontrarás aquí es genérico ni superficial. Cada creación nace desde una intención clara y está hecha para ser un apoyo real en el camino de regreso al Ser Verdadero. Para mí, el despertar espiritual no es una tendencia ni un accesorio: es un proceso profundo que requiere compromiso, responsabilidad y guía honesta. Eso es lo que quiero ofrecer a través de NabiKon.
Lo que me transformó
Soy Angy Bahl, artista, guía espiritual y canalizadora del Oráculo 12:22. Mi camino personal, mis experiencias con los elementos, mis sueños oníricos y mi búsqueda constante de conciencia dieron forma a lo que hoy es NabiKon. Pero más allá de lo que he creado, lo más importante es que NabiKon me transformó primero a mí.
Un llamado
Si has llegado hasta aquí, quiero que sepas que no es casualidad. NabiKon no llama a cualquiera.
NabiKon llama a quienes están listos para escuchar, para recordar y para transformar su vida.
NabiKon es el eco de un llamado profundo que te invita a transformar tu vida.